Los Sotos Bajos es uno de los 15 barrios de Higüey, (nombre oficial Salvaleón de Higüey) una ciudad de la República Dominicana, capital de la provincia de La Altagracia. Esta ciudad cuenta con más de 160.000 habitantes y la gran mayoría de ellos trabajan en el turismo.
En el barrio de Los Sotos Bajos, la gran mayoría de la población es haitiana sin papeles y sin ningún tipo de derecho, ni oportunidad, ni planes de mejora. Simplemente no existen para los dominicanos. No pueden ir al médico, ni al colegio, ni a buscar un trabajo, etc.
Su único ingreso económico es lo que sacan de vender fruta por las calles, limpiar zapatos o cultivando los canucos (terreno de tierra donde cultivan plátanos, yuca, etc.) Muchos días no tienen ni para comer. Y los que trabajan en el turismo lo hacen explotados, trabajando jornadas de 14 horas por 100 euros al mes con sólo un día de descanso.
DATOS DE POBREZA DE LA REPÚBLICA DOMINICANA
Existen múltiples maneras de definir la
pobreza y cada definición parte de diferentes concepciones teóricas, metodológicas y éticas.
De acuerdo con el enfoque del PNUD (2001), la pobreza consiste primordialmente en
una situación de privación, impotencia y vulnerabilidad de determinados
sectores de población. Privación, porque las personas no disponen de recursos e
ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades elementales; impotencia,
porque no poseen la representación, el acceso o la influencia directa al poder político
para cambiar intrínsecamente de situación, y vulnerabilidad porque no cuentan.
Los términos y conceptos relacionados con
vulnerabilidad y factores de vulnerabilidad que usamos en este capítulo están
basados en Gustavo Wilches-Chaux, Andrew Maskrey y la Red de Estudios Sociales
en Prevención de Desastres en América Latina. con los recursos o las capacidades para superar o
aminorar los impactos negativos ante crisis de diferente naturaleza.
En América Latina las tasas de pobreza e
indigencia disminuyeron en el año 2006, alcanzando 36,5% y 13,4% respectivamente.
Estos valores representan los niveles más bajos registrados desde 1980.
Al comparar la incidencia de la pobreza dentro
de la Región, se puede afirmar que se mantiene la heterogeneidad, con países con
altos niveles de incidencia de la pobreza como Honduras, Bolivia y Guatemala (71,5%,
63,9% y 60.2% respectivamente), donde la mayoría de la población no alcanza a
cubrir sus necesidades básicas, países con niveles medios de pobreza, como
Colombia, República Dominicana, México y
Venezuela (46,8%, 44,5%, 37,7% y 30,2% respectivamente),
y países que presentan porcentajes menores de incidencia de pobreza como Chile,
Uruguay, Costa Rica y Argentina (13,7%, 18,5%, 19,0 y 21,0% respectivamente).
(Cepal, Anuario de América Latina y el Caribe, 2007).
En el contexto regional, los países que
presentan mayores desigualdades en relación al ingreso promedio per cápita son Bolivia,
República Dominicana y Honduras.
Según el Índice de Pobreza Humana (IPH),
desarrollado por el PNUD y que mide las privaciones en las tres dimensiones básicas
que componen el índice de desarrollo humano: vida larga y saludable, conocimientos
y nivel de vida digno, entre los países en subdesarrollo, el caso con mayores
niveles de privación es República Dominicana (10,5%); en cambio, Uruguay (3,5%), Chile
(3,7%), Argentina (4,1%) y Costa Rica (4,4%) presentan bajos niveles de IPH. (PNUD, 2008).
En el año 2002, el Gobierno con la
participación de la sociedad civil (empresarios, trabajadores, universidades, asociaciones de
profesionales, organizaciones comunitarias de base, iglesias, medios de
comunicación, organizaciones de mujeres, organizaciones de discapacitados,
consejo consultivo de la sociedad civil del Gabinete Social y los partidos
políticos), convocó la Consulta Social para revisar con todos los actores involucrados
la primera versión de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERPRD),
elaborada por la ONAPLAN (Gabinete Social y ONAPLAN, 2002), que permitió diseñar
una Estrategia Concertada para la Reducción de la Pobreza en el país.
De acuerdo con la dinámica demográfica, a
mediados del 2002 la población dominicana alcanzó una cifra de 8.7 millones de
habitantes. La tasa de crecimiento de la población descendió de un 3,5%
promedio anual a comienzos de los años 60 hasta un 1,6% en el año 2003, debido
a una drástica reducción de la fecundidad. La distribución territorial de la población
ha sido determinada por la migración interna, presentándose una mayor concentración
demográfica en las zonas urbanas y, muy específicamente, en ciudades como Santo
Domingo y Santiago, resultando en grandes ciudades desproporcionadas, sin planificación
urbanística, y plagadas de barrios marginales.
La ciudad de Santo Domingo registra grandes
niveles de desigualdad. En las peores zonas de la ciudad, la densidad de población
pobre está alrededor o por encima de 20.000 hab/km, como sucede en los barrios
Domingo Savio, Capotillo, María Auxiliadora, Simón Bolívar y Gualey, mientras
que la media de la densidad poblacional de todo el Distrito Nacional es de unos
10.000 hab/km (PNUD, 2008).
De acuerdo con el análisis del mercado de
trabajo, el desempleo alcanzó en el año 2003 una tasa del 16%, afectando
prioritariamente a mujeres y jóvenes. La distribución del ingreso se reveló muy
desigual: en 1998 los ingresos del quintil 5 (20% de mayores ingresos), equivalían a diez veces los del
quintil 1 (20% más pobre), siendo esta concentración una de las más altas de la
región latinoamericana (ONAPLAN, 2003).
Los datos de la consulta revelaron también que
la pobreza es muy desigual a nivel territorial y que la República Dominicana es
un país muy heterogéneo en términos de desarrollo regional, con áreas geográficas que
no han sido beneficiadas de un modelo de desarrollo descentralizado e
incluyente.
ok
ResponderEliminares verdad muchas gracias ..........................
ResponderEliminar